domingo, 10 de enero de 2010

Encontrar la mina de oro


La realidad puede parecerle hermética a un escritor durante el tiempo en que busca una idea para comenzar un nueva obra, hasta que un día, sin saber cómo, descubre en la inmensidad del mundo una mina de oro.

La mina de oro

Si nos imaginamos la realidad como una gran montaña, podremos decir que cuando un escritor encuentra una idea capaz de sostener una novela, un drama o cualquier otro tipo de obra literaria ha encontrado una mina de oro.

Encontrar el oro, es algo muy personal y depende solamente de los intereses del escritor y de su imaginación por lo que se pudiera decir que para cada escritor el oro tiene un color y una forma diferente.

Después de descubrir la veta de oro, el escritor debe lanzarse con toda la fuerza de su voluntad y explotar la mina hasta terminar la obra literaria.


La satisfacción del oro

Para un escritor, no tener tema de que escribir es una agonía que le puede llevar a la desesperación de manera tal que en ocasiones se paraliza.

Cuando un escritor no puede escribir siente que le mundo se le viene encima porque ha perdido el gusto por la creación.

Por tal motivo, encontrar la mina de oro resulta de gran satisfacción para un escritor porque desde que la percibe, vuelve a sentirse dueño de su talento.


¿Cómo encontrar la mina?

Lo principal para un escritor es no aterrarse cuando no le viene ninguna idea, lo mejor es que se deje llevar y disfrute de todo lo que le rodea.

En ocasiones la idea para una obra puede venir de una simple conversación con alguien conocido o desconocido, de la lectura, de una película, de un viaje.

Sin embargo, cuando un escritor se ve forzado a escribir cualquier cosa para cumplir un contrato, debe de tener creado los mecanismos necesarios para que le fluyan las ideas.


Vivir en medio del oro

Cuando un escritor trabaja sistemáticamente, imponiéndose horarios y metas, podrá percibir que su cerebro no parará de aportarle ideas.

Mientras más trabaja un escritor, más ideas le vienen a la cabeza porque en el universo de la creación todo está concatenado y un tema lleva hacia otro irremediablemente.

La creación, de cierta manera se comporta como el cuerpo humano. Si un individuo no ejercita el cuerpo, sus músculos se pondrán flácidos y pederán fuerza.


La condición del escritor

Cuando alguien descubre que es escritor, no podrá parar de serlo hasta el último día de su existencia por tal motivo, se puede decir que la carrera del escritor es de por vida.

Ningún escritor genuino se retira de la profesión porque la edad, en ocasiones puede enriquecer su obra enormemente.

Es recomendable que cada escritor que se tome en serio, establezca su disciplina de trabajo y la cumpla, sea cual fuera las circunstancias en que se encuentra. Si no se es testarudo, no se es escritor.


Los obstáculos

Alcanzar éxito comercial como escritor depende de múltiples factores ajenos al talento o a la literatura propiamente, por eso es frecuente que un escritor no tenga éxito de venta con facilidad.

El reto de todo escritor es sobrevivir económicamente y a la vez realizar su obra literaria. La realidad circunstancial le absorbe gran parte de las energías a cualquier escritor y algunos se quedan exhaustos, al punto de posponer la realización de sus textos.

Es imprescindible recordar que no solo de talento se hace el escritor porque si las ideas no se llevan a cabo y se plasman en el papel, no se es autor.

Todo creador debe tener una voluntad de hierro y no dejarse vencer por las circunstancias. Este esfuerzo a su vez, con la complejidad que encierra, le proporcionará mas ideas para crear.


Conclusión

Para vivir en abundancia de ideas, o sea para vivir dentro de una mina de oro, se debe trabajar sin parar aunque el escritor se encuentre en medio de la adversidad.

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