lunes, 14 de diciembre de 2009

El valor de los silencios dentro de un texto.

Los silencios del texto son aquellas palabras no dichas, esas que flotan entre las líneas y las adivinamos con el pensamiento, pero no las vemos.
Cuando un escritor es principiante, siempre se le aconseja que no lo cuente todo al detalle que deje un espacio para sugerir un sentimiento o un suceso o un pensamiento.
Saber crear un universo de silencios es una maestría que se alcanza solamente con el tiempo y resulta mucho más difícil de dominar que la palabra misma.
En mi novela inédita Donde empieza y acaba el mundo aparecen personajes reales de la literatura cubana del siglo XIX. En uno de los capítulos, Esteban Borrero despide amigablemente al poeta Julián del Casal de su casa y se queda observándolo mientras este se dirige a la salida.
"Esteban lo vio alejarse desde la ventana, iba moviendo las caderas con voluptuosidad y aunque trató de halarse la levita para cubrirse el trasero, no pudo ocultar la cadencia".
Por la forma en que se narra el caminar de Julián del Casal se deja entrever que el poeta era homosexual, pero no se dice explícitamente, ni siquiera se menciona dentro del pensamiento de Esteban Borrero. 
Las razones por las que decidí redactarlo de esta manera fue para quitarme de encima cualquier teoría que pueda desmentir la homosexualidad de Julián del Casal y terminé por sugerir solamente lo que se dice en los salones de clases, pero no aparece escrito en ningún texto.
No solamente por evadir precisiones históricas se utilizan las silencios, también para darle al lector la posibilidad de pensar, de tejer y completar la historia con su pensamiento propio o para crear algún efecto en especial.
En la novela que estoy terminando de escribir, El inevitable rumbo de la brújula, tengo redactado un capítulo que habla de dos inmigrantes latinos que entran ilegalmente a Estados Unidos en el techo de un tren, se trata de una joven y un joven que son amigos, pero el muchacho se cae con el tren en marcha y muere entre los raíles, sin embargo yo opté por narrarlo de manera sugerida para acrecentar la angustia de la muchacha.
"  Unas horas antes de entrar a Estados Unidos, Suyapa y su amigo se quedaron dormidos, ya llevaban ciento veinte días de viaje y apenas habían pegado ojo. El compás monótono del tren sobre los raíles, creaba una música que invitaba al sueño, hacía frío y las estrellas parecían haber venido a una reunión celeste aquella noche porque todas estaban afuera. Ella soñó con la abuela, estaban a la orilla de un río y la difunta señalaba las aguas y decía: “el que se duerme se lo lleva la corriente”. Entonces se despertó sobresaltada, pero su amigo ya no estaba y nadie le supo decir nada, todos estaban pendientes de esconderse bien para que no los descubrieran en el cruce de la frontera". 
Después de este momento la joven pasa días tratando de encontrar su amigo, el que por supuesto jamás aparece.







4 comentarios:

  1. Carmen, muy interesante lo que dices de los silencios en la palabra escrita. Como lectora de literatura en general, te dire, que solo la practica, (es decir, el leer mucho) hace que uno aprenda intuitivamente a entender estos silencios. Me gusta que lo hayas expresado y explicado de esta manera, pues estas dando una pieza de informacion lo mismo a lectores que a los escritores noveles. En el cine, tambien existen estos silencios, en este caso, sugerencias visuales y lenguaje corporal (body language) que predicen o transmiten lo que sucede en un film sin palabras. Es muy interesante este tu blog y espero que sigas goteando perlas de conocimiento a tus "seguidores".

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  2. También cuando un personaje habla con otro pero sin diálogos, y lo hace pensando en la respuesta que este tiene ante un conflicto que no le deja vivir y él está seguro de adivinar lo que el otro le diría, nunca tiene que ocurrir en tiempo real la conversación, pero si el escritor convence al lector con sus argumentos, nos deja la sensación de que es cierto, que esa sería la respuesta.
    Se aprende mucho acá, gracias por eso.

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  3. Muy interesante este post. Es cierto, menos muchas veces es mas. Ya estoy ansioso de leer esa novela inedita. Saludos.

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  4. Los invito a leer mi ultimo relato. Gracias, Carmen.

    http://losrelatosdemauricesparks.blogspot.com/2009/12/jennifer-la-secretaria.html

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